¿Cómo que Halloween,?... El 1 de Noviembre se celebra el día de todos los Santos y el 2, es el día de los difuntos.
El origen de la celebración de este dia viene de la tradición cristiana y es celebrado por las Iglesias católica, ortodoxa, anglicana y luterana, . Su origen es tan antiguo, que se remonta a Antioquía cuando se celebraba el domingo antes de Pentecostés. Fué instituida por el Papa Urbano IV para compensar a los fieles, de cualquier falta con todos los Santos, conocidos o desconocidos y fué en el año 731, cuando el Papa Gregorio III la situó en el 1 de Noviembre. Desde entonces, siempre ha sido un día festivo.
¡EA! ¡ Pues ya me he quedado tan tranquila!. Porque aquí... mucho monstruo... mucha calabaza... mucha telaraña... mucha calabera... y poco a poco nos vamos olvidando del origen y tradición de nuestras fiestas. Que no nos pase como con la fiesta de halloween, cuyo nombre proviene de "All hallow´s eve" que traducido es "la víspera de todos los Santos". Se ha ido paganizando poco a poco y se han desvirtuado por completo sus origenes, hasta el punto de que pocos conocen su primitivo caracter religioso.
Para mí, la celebración de halloween pasa desapercibida, sencillamente porque no tiene nada que ver con mis valores y costumbres. Además no entiendo ni comparto ese afán por infundir miedo o disfrutar con el terror. Yo me quedo con la celebración del día de todos los Santos de toda la vida, la que he vivido y sigo viviendo igual que siempre. Con la visita al cementerio, la limpieza y decoración con flores de las lápidas, el rezo por las almas de los difuntos y la elaboración de los platos propios de esta fecha.
No podemos olvidar que en toda España, ya es una tradición reponer en el teatro cada año, el 1 de Noviembre la obra"D. Juan Tenorio", personaje creado por Tirso de Molina y que fué capaz de visitar el cementerio en esta noche, para conjurar las almas de quienes habían sido victimas de su espada o de su posesividad egoista.Yo no sé lo que tiene, pero después de verla tropecientas veces, me sigue encantando.
La excelente gastronomia española también se ha hecho eco de esta festividad y ha contribuido a su celebración, con deliciosos postres elaborados con productos típicos de la temporada de otoño. Estos postres, incluyen calabaza, nueces, castañas, membrillo, bellotas, almendras y su elaboración varia de una región a otra de España, pero todos ellos, son una bonita excusa para reunir a familiares y amigos alrededor de la mesa y pasar una agradable velada.
En mi pueblo, son típicas para los Santos, LAS GACHAS DULCES. Un postre elaborado con anís en grano, harina, azucar, leche y agua y al final se le pueden añadir picatostes (pan frito), almendras, nueces o piñones. Estan buenísimas y la tradición dice que te mantienen tres días guapo cuando te las comes. Es costumbre, que con las gachas que han sobrado, hay que salir a la calle y tapar las cerraduras de las puertas de los vecinos. ¡Que bien me lo he pasado con mis primos cuando era pequeña y saliamos con una sartén y una cuchara tapando las cerraduras!. Era curioso vivir esa contradicción de que nos permitieran hacer ese día, algo que cualquier otro día del año, nos hubiera costado un castigo.
Igual de típico es reunirse en estas fechas a comer unas MIGAS: con su chorizo, su panceta, sus ajitos... y para acompañarlas, unos pimientos fritos, o melón, o bacalao, o unas sardinas arenques, o naranja, o chocolate, o uvas, o unas sardinas asadas...SIN PALABRAS...
El dia de todos los Santos, en Cataluña,Valencia y Baleares, es tradición celebrar LA CASTAÑADA la noche del 31, antes del día 1 de Noviembre. Para ello, se comen castañas asadas y boniatos asados y como postre toman PANELLETS acompañados de vino dulce -un moscatel por ejemplo- o con cava. Los panellets son unos pastelitos hechos con una masa dulce de azucar, almendra cruda molida, huevo y ralladura de limón y se pueden hacer de piñones, calabaza, coco, chocolate, café, trufa, membrillo...
En Castilla León y Madrid y otras muchas regiones, son típicos LOS HUESOS DE SANTO. Un dulce hecho con pasta de mazapan, enrrollado en forma de tubo, con la superficie ligeramente estriada y rellenos de dulce de yema. Después se han introducido otros rellenos como dulce de membrillo, trufa, chocolate, plátano, frambuesa, crema de café...
LOS BUÑUELOS DE VIENTO, tienen sus raices en la Castilla profunda, son típicos de estas fechas y además se comen en toda España. El calificativo de "viento" le viene porque en su origen son huecos, pero en la actualidad se le han añadido rellenos como crema pastelera, chocolate o trufa.
En toda España, se prepara en estos dias, el DULCE DE MEMBRILLO que se come tanto solo, como acompañado de frutos secos típicos del otoño: bellotas, almendras, nueces y castañas.
La festividad de todos los Santos, es también la época de comer CASTAÑAS ASADAS. Deliciosas, las que se hacen en una sarten con agujeros al calor de las brasas de la chimenea, aunque yo nunca olvidaré las que comia en casa de mis abuelos, asadas en una lata con agujeros y envueltas en papel de periodico para mantener el calor. Recuerdo que mi tia me mandaba con un cucurucho de castañas asadas, a casa de los vecinos para que las probaran. Eran aquellos tiempos, en los que la relación entre vecinos mantenia un caracter familiar.
Y como no recordar el encanto de ir paseando un frio día de todos los Santos, ver la castañera en una esquina asando sus castañas, pararse, ver como lo hace, y compartirlas con tus hijos en la calle, mientras te calientas las manos con el calor de las castañas.
En estas fechas, cada región tiene sus costumbres y tradiciones, pero lo cierto es que en ninguna ciudad y pueblo de España, pasa desapercibida la festividad de todos los Santos, con su celebración típica y yo me quedo con todas ellas.
Y digo yo...Con todo esto... ¿Para qué necesito yo celebrar halloween?
Hasta la próxima semana.
domingo, 30 de octubre de 2011
domingo, 16 de octubre de 2011
LAS HIELES DEL ÉXITO
A mis años, aún no entiendo la liturgia del éxito; ni que haya gente que para conseguirlo, se deje lo mejor de la vida en el camino, ni que haya personas que vivan sólo para alcanzarlo, aún a costa de dedicarle el tiempo que muchos mortales, entre ellos una servidora, le dedicamos a otros placeres.
No sé aún si el éxito está relacionado con una patética busqueda del triunfo social o personal, o de la explosiva mezcla de ambos, pero lo cierto es que cuando el trabajo se convierte en una enfermiza carrera hacia el éxito, que sólo tiene como objetivo la ambición pura y dura y se forja en la débil base de la proclamación del EGO absoluto, entonces, en ese momento, carece de sentido la vocación profesional y la calidad de vida.
No llego a comprender a aquellos que se sienten tan fascinados por la idea de conseguir el éxito, que organizan su vida, y peor aún, la de los demás, en función de conseguir esa medalla del éxito, que en muchos casos les deja una secuela en su cerebro tan intensa, que no son capaces de curarsela nunca.
Soy de las que piensan que debemos de formar a los jóvenes como futuros profesionales competentes, con aspiraciones, con espíritu de superación y con deseos de éxito en su futuro trabajo. Es bueno que luchen por conseguir la recompensa a sus esfuerzos con un trabajo bien hecho y que se empeñen en ser EL MEJOR. Es bueno que sepan que tienen algo positivo que ofrecer a los demás y que crean en la colaboración y no en el individualismo. Eso no es nada malo, siempre que no se traspasen los límites de la honestidad propia y ajena. Lo que no es bueno, es convertir la competencia en un sistema de vida para alcanzar el éxito.
Me encantan los profesionales que reconocen sus errores, que piden opinión a sus compañeros, que no tienen reparo en mostrar sus flaquezas, que respetan al contrario y que halagan el trabajo de los demás.
El problema aparece cuando se educa en METAS y no en VALORES.
Precisamente esto es lo que creo que es el origen de la lucha enfermiza por el éxito.
Porque los valores motivan y nos hacen no perder el norte.
Porque los valores refuerzan nuestra integridad y nos marcan el límite.
Porque los valores no tiene fecha de caducidad.
Porque los valores son válidos SIEMPRE, independientemente de la nacionalidad, las ideas políticas o las creencias religiosas.
Porque la generosidad, la honestidad, la solidaridad, el respeto, la lealtad, la fidelidad, la sinceridad, la humildad, la honradez, la coherencia, la dignidad, o el espíritu de sacrificio, son el timón que nos conduce en esta cada vez más complicada existencia.
Conozco a reconocidos profesionales de éxito, que no saben lo que es contarle un cuento a sus hijos, ni jugar con ellos, ni ir a una tutoría del colegio, ni ir al teatro de fin de curso, porque no podian dejar su trabajo, no tenian tiempo. Que se han esperado trabajando hasta que sabian que sus hijos estaban en la cama durmiendo porque "no tenian gana de aguantar niños" después de estar 12 ó 14 horas en su despacho. Que han motivado a sus hijos en los estudios, ofreciendoles motos o coches, si aprobaban el curso. Que han alardeado delante de sus hijos de que su éxito es conseguir ese pedazo de casa, o ese cochazo, o esa imponente mujer florero, que utiliza para exibir en cenas y reuniones como otro fruto más de su éxito y demostrar con ello su felicidad, que no puede ser más fingida.
Yo los observo, los escucho, y con una estúpida conversación de fondo que habla de trabajo y más trabajo, proezas profesionales que adulan el ego constantemente, viajes, chicas de servicio, marcas carísimas y tiendas que no he pisado ni creo que pueda pisar en mi vida. Yo, delante de una copa de vino de reserva y una cena exquisita me digo:
¿Esto es el éxito? Pues quedatelo tú, porque yo me quedo con mi copa de vino de Mercadona, mi tortilla francesa y mis laticas de mejillones de oferta, pero rodeada de los que quiero y me quieren y de lo que tengo y quiero y eso sí, con mi dignidad invicta.
Termino este articulo con algo que leí el otro día a propósito del éxito y me encantó:
"Quizá el éxito esté relacionado con la gente que te saluda y te dice adiós sonriendo o con tu equilibrio, o con la cantidad de gente que te recuerda cuando no estás o con levantarte feliz cada día, o con disfrutar de lo que tienes, o quizá con creer en tí"...
SABIAS PALABRAS
Hasta la próxima semana.
No sé aún si el éxito está relacionado con una patética busqueda del triunfo social o personal, o de la explosiva mezcla de ambos, pero lo cierto es que cuando el trabajo se convierte en una enfermiza carrera hacia el éxito, que sólo tiene como objetivo la ambición pura y dura y se forja en la débil base de la proclamación del EGO absoluto, entonces, en ese momento, carece de sentido la vocación profesional y la calidad de vida.
No llego a comprender a aquellos que se sienten tan fascinados por la idea de conseguir el éxito, que organizan su vida, y peor aún, la de los demás, en función de conseguir esa medalla del éxito, que en muchos casos les deja una secuela en su cerebro tan intensa, que no son capaces de curarsela nunca.
Soy de las que piensan que debemos de formar a los jóvenes como futuros profesionales competentes, con aspiraciones, con espíritu de superación y con deseos de éxito en su futuro trabajo. Es bueno que luchen por conseguir la recompensa a sus esfuerzos con un trabajo bien hecho y que se empeñen en ser EL MEJOR. Es bueno que sepan que tienen algo positivo que ofrecer a los demás y que crean en la colaboración y no en el individualismo. Eso no es nada malo, siempre que no se traspasen los límites de la honestidad propia y ajena. Lo que no es bueno, es convertir la competencia en un sistema de vida para alcanzar el éxito.
Me encantan los profesionales que reconocen sus errores, que piden opinión a sus compañeros, que no tienen reparo en mostrar sus flaquezas, que respetan al contrario y que halagan el trabajo de los demás.
El problema aparece cuando se educa en METAS y no en VALORES.
Precisamente esto es lo que creo que es el origen de la lucha enfermiza por el éxito.
Porque los valores motivan y nos hacen no perder el norte.
Porque los valores refuerzan nuestra integridad y nos marcan el límite.
Porque los valores no tiene fecha de caducidad.
Porque los valores son válidos SIEMPRE, independientemente de la nacionalidad, las ideas políticas o las creencias religiosas.
Porque la generosidad, la honestidad, la solidaridad, el respeto, la lealtad, la fidelidad, la sinceridad, la humildad, la honradez, la coherencia, la dignidad, o el espíritu de sacrificio, son el timón que nos conduce en esta cada vez más complicada existencia.
Conozco a reconocidos profesionales de éxito, que no saben lo que es contarle un cuento a sus hijos, ni jugar con ellos, ni ir a una tutoría del colegio, ni ir al teatro de fin de curso, porque no podian dejar su trabajo, no tenian tiempo. Que se han esperado trabajando hasta que sabian que sus hijos estaban en la cama durmiendo porque "no tenian gana de aguantar niños" después de estar 12 ó 14 horas en su despacho. Que han motivado a sus hijos en los estudios, ofreciendoles motos o coches, si aprobaban el curso. Que han alardeado delante de sus hijos de que su éxito es conseguir ese pedazo de casa, o ese cochazo, o esa imponente mujer florero, que utiliza para exibir en cenas y reuniones como otro fruto más de su éxito y demostrar con ello su felicidad, que no puede ser más fingida.
Yo los observo, los escucho, y con una estúpida conversación de fondo que habla de trabajo y más trabajo, proezas profesionales que adulan el ego constantemente, viajes, chicas de servicio, marcas carísimas y tiendas que no he pisado ni creo que pueda pisar en mi vida. Yo, delante de una copa de vino de reserva y una cena exquisita me digo:
¿Esto es el éxito? Pues quedatelo tú, porque yo me quedo con mi copa de vino de Mercadona, mi tortilla francesa y mis laticas de mejillones de oferta, pero rodeada de los que quiero y me quieren y de lo que tengo y quiero y eso sí, con mi dignidad invicta.
Termino este articulo con algo que leí el otro día a propósito del éxito y me encantó:
"Quizá el éxito esté relacionado con la gente que te saluda y te dice adiós sonriendo o con tu equilibrio, o con la cantidad de gente que te recuerda cuando no estás o con levantarte feliz cada día, o con disfrutar de lo que tienes, o quizá con creer en tí"...
SABIAS PALABRAS
Hasta la próxima semana.
domingo, 2 de octubre de 2011
REFLEXIONA... ¡¡¡QUE ALGO QUEDA!!!
Cada dia lo tengo màs claro: En este país, se HABLA DEMASIADO y se REFLEXIONA POCO.
Con el paso del tiempo, he visto como mucha gente, se ha ido acomodando a la sociedad del disfrute hasta tal punto, que es su único tema de conversación. Hasta tal punto, que hacen o dicen lo que ven en la mayoria, sin pararse a pensar si eso es lo que realmente desean. Hasta tal punto que sólo está bien lo que la mayoria hace o dice.
Con el paso del tiempo he visto como han ido desapareciendo los "opinadores" serios e independientes. He ido viendo como lo que se practica es el BLA,BLA, BLA...Hay mucho hablador, pero poca valentía para opinar y más aún si es de forma diferente a los demás. Tristemente voy viendo cada día, al leer la prensa, que muchas de las columnas de opinión, estan plagadas de datos y cifras, pero en determinados temas evitan o disfrazan su opinión. Tengo la sensación de que la opinión de muchos está manipulada en función de que sea o no, "politicamente correcto".
No sé quien inventó esta expresión pero acertó de pleno para callar a las masas. Para mi, dejarse convencer y aceptar que hay que callarse porque algo es o no "políticamente correcto" es dejarse manipular, es aceptar que o piensas como la mayoria o te callas, porque puedes quedar mal. Pero...¿Quién establece lo que es políticamente correcto?. No hay duda de que aquellos que estan interesados en que no se hable de lo que NO les conviene, de lo que NO les interesa. Lo siento, pero mientras tenga lucidez no dejaré de pensar, analizar y ser absolutamente libre para opinar, dentro por supuesto, de los límites que establecen la buena educación y la urbanidad (por cierto, tengo un artículo preparado para hablar de la olvidada, pero cada vez más necesaria urbanidad ).
Precisamente a esto se refiere otra de las frasecitas de turno sobre las que hay que reflexionar: "Me siento manipulado por esta sociedad", "La culpa de esto la tiene esta sociedad". Bueno, pues yo no me siento manipulada, sencillamente porque intento no dejarme manipular. Porque no me trago todo y acepto todo con conformismo y sin ningún espíritu crítico, ni sin poner un filtro. El filtro de mis ideas, de mis principios, de mis creencias. Así de facil, no se puede dejar uno manipular y después quejarse de ello. No se puede decir que la culpa la tiene esta sociedad y por ejemplo, tragarte todas las series, películas, libros y programas de televisión que te quieran meter sólo porque lo ve la mayoria, o porque las han puesto de moda. Muchas veces, cuando me han preguntado sobre algunos libros o programas de televisión y he dicho que no los he visto o leído, se han quedado sorprendidísimos y me han dicho que como puede ser eso, si todo el mundo los conoce. Pues precisamente porque soy yo quien decide y no permito, o al menos lo intento, que me utilicen decidiendo por mí lo que debo o no debo de ver y leer.
Sólo basta pararse a pensar, y decidir si estamos dispuestos a que otros piensen y opinen por nosotros. Os animo a reaccionar con la reflexión ante la manipulación. Por ejemplo, estoy cansada de oir hablar a los políticos de austeridad en el gasto por la crisis. ¿AUSTERIDAD? ¿Acaso no es precisamente ahora cuando se está gastando con concimiento?. ¿Acaso no es ahora cuando nuestros políticos se han parado a analizar que los gastos van en función de los ingresos y que a pocos ingresos, menos gastos?. Que no me cuenten rollos porque todos sabemos que la austeridad hay que mantenerla también en años de abundancia.
Estoy cansada de que los políticos quieran "salvar su culo", ante una mala gestión refugiandose en la crisis, y pretendan que me lo crea.
Hace mucho tiempo que queria hablar de este tema, pero pensé que Septiembre, era el mes ideal para hacerlo, ya que en este mes, con el fin del verano, se marca un antes y un después en nuestro modo de vida. Hay una gran cantidad de personas que esperan al 1 de Enero para hacer su lista de propósitos para el año que empieza y hacen toda una declaración de intenciones -dejar de fumar, aprender inglés, adelgazar, hacer deporte...- que juran y perjuran cumplir ya definitivamente, porque cada 31 de Diciembre se repite la misma historia y nunca ven culminar con éxito sus ansiados propósitos.
¿Porqué esperar al año nuevo?. Ahora que acaba el verano y todo el mundo hace gala de dedicarle cierta parte de su tiempo a cuidar su cuerpo, ¿Porqué no dedicarle un poco de ese tiempo a plantearse una reflexión sobre uno mismo, o sobre nuestro dia a dia o sobre todo aquello que consideramos prioritario en nuestra vida y por lo que nos merece la pena luchar, hasta el punto de que nos recompensa luchar por ello?.
Quizá sea ahora el momento de pararnos a pensar y bajarnos de la noria del conformismo y lo "políticamente correcto" y decidir si queremos poner nuestro granito de arena para defender una sociedad distinta a la que algunos quieren imponer, de una sociedad que fomenta la deshumanización, el materialismo, el egoismo y el individualismo. Una sociedad que se empeña en criar jóvenes en la filosofia de la inmediatez, con el lema de: "Lo quiero, lo tengo".
Quizá merezca la pena REFLEXIONAR y defender la sociedad que queremos, aunque vayamos a contra corriente de la mayoria.
REFLEXIONEMOS, pensemos, analicemos, opinemos y así seremos libres para decidir.
Hasta la próxima semana.
Con el paso del tiempo, he visto como mucha gente, se ha ido acomodando a la sociedad del disfrute hasta tal punto, que es su único tema de conversación. Hasta tal punto, que hacen o dicen lo que ven en la mayoria, sin pararse a pensar si eso es lo que realmente desean. Hasta tal punto que sólo está bien lo que la mayoria hace o dice.
Con el paso del tiempo he visto como han ido desapareciendo los "opinadores" serios e independientes. He ido viendo como lo que se practica es el BLA,BLA, BLA...Hay mucho hablador, pero poca valentía para opinar y más aún si es de forma diferente a los demás. Tristemente voy viendo cada día, al leer la prensa, que muchas de las columnas de opinión, estan plagadas de datos y cifras, pero en determinados temas evitan o disfrazan su opinión. Tengo la sensación de que la opinión de muchos está manipulada en función de que sea o no, "politicamente correcto".
No sé quien inventó esta expresión pero acertó de pleno para callar a las masas. Para mi, dejarse convencer y aceptar que hay que callarse porque algo es o no "políticamente correcto" es dejarse manipular, es aceptar que o piensas como la mayoria o te callas, porque puedes quedar mal. Pero...¿Quién establece lo que es políticamente correcto?. No hay duda de que aquellos que estan interesados en que no se hable de lo que NO les conviene, de lo que NO les interesa. Lo siento, pero mientras tenga lucidez no dejaré de pensar, analizar y ser absolutamente libre para opinar, dentro por supuesto, de los límites que establecen la buena educación y la urbanidad (por cierto, tengo un artículo preparado para hablar de la olvidada, pero cada vez más necesaria urbanidad ).
Precisamente a esto se refiere otra de las frasecitas de turno sobre las que hay que reflexionar: "Me siento manipulado por esta sociedad", "La culpa de esto la tiene esta sociedad". Bueno, pues yo no me siento manipulada, sencillamente porque intento no dejarme manipular. Porque no me trago todo y acepto todo con conformismo y sin ningún espíritu crítico, ni sin poner un filtro. El filtro de mis ideas, de mis principios, de mis creencias. Así de facil, no se puede dejar uno manipular y después quejarse de ello. No se puede decir que la culpa la tiene esta sociedad y por ejemplo, tragarte todas las series, películas, libros y programas de televisión que te quieran meter sólo porque lo ve la mayoria, o porque las han puesto de moda. Muchas veces, cuando me han preguntado sobre algunos libros o programas de televisión y he dicho que no los he visto o leído, se han quedado sorprendidísimos y me han dicho que como puede ser eso, si todo el mundo los conoce. Pues precisamente porque soy yo quien decide y no permito, o al menos lo intento, que me utilicen decidiendo por mí lo que debo o no debo de ver y leer.
Sólo basta pararse a pensar, y decidir si estamos dispuestos a que otros piensen y opinen por nosotros. Os animo a reaccionar con la reflexión ante la manipulación. Por ejemplo, estoy cansada de oir hablar a los políticos de austeridad en el gasto por la crisis. ¿AUSTERIDAD? ¿Acaso no es precisamente ahora cuando se está gastando con concimiento?. ¿Acaso no es ahora cuando nuestros políticos se han parado a analizar que los gastos van en función de los ingresos y que a pocos ingresos, menos gastos?. Que no me cuenten rollos porque todos sabemos que la austeridad hay que mantenerla también en años de abundancia.
Estoy cansada de que los políticos quieran "salvar su culo", ante una mala gestión refugiandose en la crisis, y pretendan que me lo crea.
Hace mucho tiempo que queria hablar de este tema, pero pensé que Septiembre, era el mes ideal para hacerlo, ya que en este mes, con el fin del verano, se marca un antes y un después en nuestro modo de vida. Hay una gran cantidad de personas que esperan al 1 de Enero para hacer su lista de propósitos para el año que empieza y hacen toda una declaración de intenciones -dejar de fumar, aprender inglés, adelgazar, hacer deporte...- que juran y perjuran cumplir ya definitivamente, porque cada 31 de Diciembre se repite la misma historia y nunca ven culminar con éxito sus ansiados propósitos.
¿Porqué esperar al año nuevo?. Ahora que acaba el verano y todo el mundo hace gala de dedicarle cierta parte de su tiempo a cuidar su cuerpo, ¿Porqué no dedicarle un poco de ese tiempo a plantearse una reflexión sobre uno mismo, o sobre nuestro dia a dia o sobre todo aquello que consideramos prioritario en nuestra vida y por lo que nos merece la pena luchar, hasta el punto de que nos recompensa luchar por ello?.
Quizá sea ahora el momento de pararnos a pensar y bajarnos de la noria del conformismo y lo "políticamente correcto" y decidir si queremos poner nuestro granito de arena para defender una sociedad distinta a la que algunos quieren imponer, de una sociedad que fomenta la deshumanización, el materialismo, el egoismo y el individualismo. Una sociedad que se empeña en criar jóvenes en la filosofia de la inmediatez, con el lema de: "Lo quiero, lo tengo".
Quizá merezca la pena REFLEXIONAR y defender la sociedad que queremos, aunque vayamos a contra corriente de la mayoria.
REFLEXIONEMOS, pensemos, analicemos, opinemos y así seremos libres para decidir.
Hasta la próxima semana.
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