Con esto del mando a distancia, no hay quien vea un anuncio en la televisión. Supongo que en todos los hogares se repite la misma escena: Desde que se anuncia que viene la publicidad en un programa, alguien coge el mando y empieza la peregrinación por los diferentes canales a ver si hay algo interesante que ver ( por cierto que mientras más cadenas de televisión, menos programas buenos, pero eso lo dejo para otro día porque se merece un artículo ).
Ultimamente me he dedicado a ver detenidamente los anuncios de la tele ( nada que ver con los de las revistas y prensa escrita ) y me he ido dando cuenta de que entre la letra diminuta que no puedo leer ni con gafas, entre las verdades a medias que me venden -sobre todo las compañías de telefonía-, entre lo rápido que pasan la letra pequeña para que no me dé tiempo a leerla, entre los absurdos slogans con los que definen algunos productos y encima escritos en inglés-sobre todo los de coches- pues resulta que tengo la sensación de que me toman por tonta y que me ven incapaz de pensar, opinar, o decidir sobre lo que la publicidad me quiere vender. ¿Tan influenciable me ven como para hacer una publicidad como esta?:
Hay un nuevo anuncio muy curioso que nos vende un "cristal inteligente". ¿Inteligente?, bueno, pues supongo que si le acerco una ecuación de segundo grado escrita en un papel me la resuelve. Pero no...resulta que lo de inteligente es porque deja pasar la luz pero no el calor.
Lo de las cremas faciales para mujeres tampoco se queda corto: La crema se definine como "crema antiedad" .¿Antiedad?, bueno, pues supongo que si me la pongo dejo de cumplir años. Pero no... resulta que es sólo un juego de palabras para que parezca mucho más que una simple crema antiarrugas.
También tenemos "un detergente inteligente ".¿Inteligente?, bueno, pues supongo que cuando entre en contacto con la mancha, es capaz de averiguar si es de vino, lentejas o moras y así cada una de ellas es lavada según lo requiera.Pero no...resulta que consiste en que el detergente actúa sólo donde hay manchas, que precisamente es lo que hace cualquier detergente, porque si no está sucia la ropa ¿para que sirve?.
Ahí dejo estos ejemplos a modo de reflexión para que no caigamos rendidos en los brazos de la publicidad tan facilmente.
Hasta la próxima semana
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