¡¡Hola!!, ¡Hola a todos!
¡Que no, que no me he ido! ¡Que si, que soy yo misma!
¡Que sigo aquí! y que ya he vuelto a encontrarme con mi querido blog, que sigo escribiendo y que esta asusencia ha sido sólo debida a la solicitud de ayuda de unas amigas reclamando mi presencia para preparar, ambientar y decorar eventos varios.
Sencillamente me he tomado un tiempecico desconectada del blog porque no podía concentrarme en escribir, ya que con tanta preparación he tenido un subidón de creatividad de las buenas, de esa que me llega a borbotones y no puedo detener, de esa que me hace estar todo el día bolígrafo y libreta en ristre para no desperdiciar ni un detalle de todo lo que llega a mi mente, de esa creatividad que me encanta porque tengo que estrujarme los sesos hasta lograr plasmar el proyecto que quiero hacer realidad.
Bueno, ha habido de todo: presentacion de libro, reconciliacion familiar, pedida de mano, Primera Comunión, boda y cumpleaños. Aunque en cada una de las diferentes celebraciones he tenido distintas tareas, en todas ellas he escrito los textos de las invitaciones, tarjetas, discursos y menús.
Gracias queridas amigas Manoli, Rosi, Esther, Toñi y Mari Loli por dejarme disfrutar tanto preparando y decorando vuestras celebraciones y por vuestros halagos hacia mi persona reconociendo mi trabajo.
Y ahora, vamos al tema de hoy: La felicidad.
Recientemente, el instituto Coca-Cola de la felicidad, ha celebrado el "II Congreso internacional de la felicidad". Me llamó la atención la noticia y me hizo reflexionar sobre la felicidad.
¡Ah! la ansiada felicidad... esa por la que nos pasamos luchando media vida para conseguirla y la otra media dejandola pasar de largo, aunque la estemos rozando con la punta de los dedos.
Porque el caso es que nos creemos que hace falta que pase algo espectacular o impactante en nuestra vida para poder ser felices. Algo como... tocarnos la lotería... dar la vuelta al mundo... recibir la herencia de un tio de América que no sabíamos que existia... tener un pepino de cochazo... que nos doblen el sueldo en reconocimiento a nuestra extraordinaria valía profesional...tener de la noche a la mañana un cuerpo espectacular sin dejar de comer ni hacer ningún tipo de sacrificio... en resumidas cuentas, creemos que la felicidad es todo aquello que no tenemos, y que deseamos, pero que tiene el 99,9%, de no suceder en nuestra vida. Y mientras tanto, los días pasan, los meses pasan, las horas pasan y LA VIDA PASA.
No vengo yo ahora a dar recetas de felicidad, que para mí las quisiera yo, ni para dar lecciones de cómo ser felices. Simplemente, me parece interesante reflexionar sobre el tema y así lo hago.
Evidentemente, no todos tenemos el mismo concepto de la felicidad, ni la misma escala de valores que nos puedan hacer sentirnos felices, ni somos felices con las mismas cosas, ni con las mismas personas, ni viviendo los mismos momentos.
Evidentemente, nuestro grado de felicidad y nuestras necesidades para ser felices y de ser felices varían con la edad. Basta con pensar en nuestra infancia, cuando la felicidad sencillamente, ni nos preocupaba. Por el contrario, basta con pensar en nuestra adolescencia, cuando éramos las mujeres más infelices del mundo porque el chico que nos gustaba ni nos habia mirado esa tarde. ¿Quizá sea que la felicidad la interpretamos en función de nuestras necesidades? ahí queda eso...
Pienso que la vida misma nos va enseñando a ser felices poco a poco, y que nuestra felicidad depende única y exclusivamente de cada uno de nosotros, porque quien quiere ser feliz de verdad, encuentra la manera de serlo. ¿Quizá sea que no encontramos la felicidad porque nos dedicamos a envidiar la vida de otros y no valoramos la nuestra? ahí queda eso...
Está claro que en esta vida siempre va a haber problemas, situaciones dificiles de vivir, complicadas de solucionar, momentos dolorosos y tragos duros de pasar, pero nadie, absolutamente nadie, se libra de ellos porque van implícitos a la vida misma. Por eso es tan importante disfrutar de esos momentos de tregua que nos da la vida. ¿Quizá sea que no asumimos que la vida es lucha y que no podemos estar esperando a que no haya problemas para ser felices? ahi queda eso...
Porque se puede ser feliz con poco dinero, se puede ser feliz en la enfermedad, en época de crisis, se puede ser feliz solo, acompañado, se puede ser feliz comiendote un paquete de pipas sentado en un banco de un parque, o plantando un rosal, se puede ser feliz amando o siendo amado. ¿Quizá sea que aún no sabemos que se puede ser feliz siempre que se disfrute de lo que se hace, por muy insignificante, sencillo o cotidiano que parezca? ahi queda eso...
Son muchas las situaciones de la vida en las que nuestro estado anímico no está en su mejor momento, bien sea porque estamos tristes, preocupados, decaidos, agobiados o abatidos. En esos momentos, pensar en ser feliz parece de locos, parece que es algo inalcanzable para nosotros. Pues bien, aún en esas situaciones tan poco favorables, se pueden tener pequeñas dosis de felicidad. ¿Quizá sea que la felicidad no depende de las cosas externas sino de uno mismo? ahi queda eso...
He conocido a personas, que ni tan siquiera son felices cuando son felices y os aseguro que es una situación triste. Los ves sin disfrutar de nada porque ya que han conseguido esto, quieren aquello, porque se comparan continuamente con otras personas y que quieren que los que los rodean sean felices con lo que ellos consideran que hace feliz.¿Quizá sea que la felicidad no se puede conseguir desde el individualismo? ahi queda eso...
La respuesta ya la teneis que contestar cada uno de vosotros mismos y encontrar vuestras necesidades para ser felices o vuestro grado de felicidad. Yo solo puedo deciros que para mí, uno de los momentos que más felicidad me produce es preparar una comida para mi familia, sentarme a la mesa con ellos, disfrutarla, hablar, reir y no para de contarnos cosas. En esos momentos, os aseguro que floto en felicidad.
Para terminar os dejo una frase de Lucille Ball que dice:
"El por fin entender qué nos hace felices, es un comienzo del carajo"
Hasta la próxima semana.
Hemos esperado tu vuelta, no dejes de escribir, siempre nos haces reflexionar y que valoremos las pequeñas cosas, que son las importantes. Prima.
ResponderEliminarMe gusta la reflexión, muchos creen que la felicidad es tenerlo todo en la vida, pierden absurdamente un valiosísimo tiempo tratando de hallarla…menospreciando familia, hijos, amigos, por ir en busca de algo que irónicamente ya tienen, esa felicidad que tanto buscan se ha encontrado siempre ahí, en el rostro de una esposa, de una madre, de un hijo, de un hermano, esa felicidad está ahí para decirnos lo valioso que es el esfuerzo que hacemos a diario. Si pensáramos mas en disfrutar lo que tenemos en este momento, entenderíamos que lo que estamos buscando ya lo tenemos.
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