Con este afán que tienen algunos personajillos de salir en televisión a toda costa y ganar dinero sin dar golpe, hemos llegado a una situación en la que los términos se confunden hasta tal punto, que no saben distinguir entre lo que es la fama, el éxito o la popularidad y son tan incultos que hasta se creen que ser famoso es ser una persona ilustre.
Por lo que se ve, aún no se han dado cuenta de que se puede ser popular sin haber hecho nada importante en la vida, es más se puede ser famoso, incluso por haber hecho las cosas mal, como es el caso de muchos asesinos, mafiosos, ladrones, o incluso algunos políticos. Por eso alucino cada día más, cuando veo que cada vez es más frecuente ver personas de cualquier edad y condición social, dispuestas a hacer lo que sea, para aparecer en determinados programas de televisión, salir en una revista del corazón o llevar detrás un paparazzi.
Salir donde sea y como sea, pero CONSEGUIR LA FAMA a toda costa.
Son muchos los casos conocidos de chicas, a las que la televisión ha hecho famosas por comportamientos tan vulgares o inmorales, que lógicamente, las predestinaba al fracaso y al poco tiempo, han sufrido los rigores de un anonimato que no son capaces de superar.
Así, los vemos y las vemos en televisión hablando sin ningún reparo de las relaciones sexuales que han mantenido con un personaje famoso, (a ser posible comprometido o casado porque así van a más programas) o insultando como locas o como locos a quién sea, o sacando a relucir las intimidades de la familia de su expareja o levantando falsos testimonios si hace falta, con tal de aparecer en el programa de turno.
Cuando la cosa no tiene mucho tirón, el paso siguiente es hacerse una portada de revista posando desnudas. A partir de aquí, tienes más posibilidades de ser famosa, porque puedes hacer un montaje con un famoso o no tan famoso, pero es otro paso para alcanzar la fama.
Y si no lo consiguen así, siempre queda la posibilidad de salir en un reality, donde, eso sí, tienen que destacar por algo "tan digno" como discutir e insultar mucho, o por ser la ordinaria de turno, o por liarse en directo con alguien, eso al menos te asegura tres o cuatro programas.
Y ya, lo más de lo más, es conseguir quedarte embarazada y tener un hijo de padre famoso, porque esa es la fórmula segura para estar continuamente apareciendo en programas hablando de la criatura, del padre de la criatura y de la familia del padre de la criatura y además poder vender unas exclusivas. De manera que el objetivo, ya no es ser famosa, sino poder vivir de ello.
Y digo yo... Se puede ser mujer y guapa, guapísima. Se puede ser mujer y estar buena, buenisima. Pero lo que no se puede, es ser mujer y vivir de SER SÓLO GUAPA, O SÓLO TÍA BUENA Y ADEMÁS PRESUMIR DE SER IMBÉCIL E INCULTA.
Por supuesto que entiendo que todo el mundo, por desgracia, no tiene las mismas oportunidades, ni las mismas circunstancias en la vida para estudiar o adquirir un buen nivel cultural, pero lo que no entenderé nunca, es que cuando tienen la oportunidad y el dinero para formarse y prepararse, ni se les pase por la cabeza hacerlo.No sólo eso, sino que ni tan siquiera tengan interés en aprender del saber estar y la educación de otras personas.
Es más, salen alegremente en televisión haciendo gala de su incultura y presumiendo de su paupérrimo y vulgar vocabulario, de sus ordinarios ademanes, de sus gritos, de su falta de educación... eso sí, con bolsos y vestidos de marcas carísimas, porque creen que es una marca de ropa la que te imprime el sello de la distinción y el buen gusto. Estoy segura, de que estas marcas si pudieran, no les permitirian que llevaran sus ropas, bolsos o complementos, sencillamente porque las desprestigian.
¡Qué pena que no sepan que es LA PERSONA la que dignifica su cargo y su imagen y no EL CARGO el que dignifica a la persona y su imagen!.
Esta situación es más sorprendente aún cuando esas famosas son madres de familia y se exponen sin ningún pudor en televisión ante sus hijos haciendo "apología de la incultura," y proclamando a los cuatro vientos lo listas que son, ya que sólo con el graduado escolar, o sin él en algunos casos, han conseguido un contrato millonario en televisión y otros millonarios ingresos por colaborar en campañas de publicidad.
Eso sí, luego quieren que sus hijos asistan a Centros de Enseñanza religiosos dónde pretenden que les enseñen toda la ética, la educación y la moral que ellos y ellas no son capaces de transmitirle a sus hijos, porque no la tienen en su casa.
¡Manda huevos! (lo siento, pero no se merece otra expresión más fina):
Estudia tú el bachiller, estudia una carrera universitaria, estudia una oposición, (la media es de tres años hasta que se aprueba) y vuelve a opositar si quieres ascender o tener una plaza en propiedad, recíclaté continuamente y encima vive con la responsabilidad de estar expuesto a la espada de Damocles sobre tu cabeza, por una posible denuncia en tu trabajo que te inhabilite durante "X" tiempo como profesional...¡Lo dicho: Manda huevos!.
No puedo acabar éste artículo sin contar una de "las perlas" de una famosa, famosísima de la televisión, que llegó al programa donde trabaja, muy feliz contando que le había estado ayudando a su hija a estudiar para un examen de Historia y que había aprendido mucho. Entonces, se puso a "dar una clase magistral":
Y dijo:
"Voy a hablar de la EDAD MEDIA que se divide en tres partes, que son: el Paleolítico, el Neolítico y... bueno, de la otra no me acuerdo, pero da igual."
Y se queda la tía más ancha que larga.
Hasta la próxima semana.
Gracias por tu comentario me voy a pasear por tu blog que me parece que tienes cosas muy interesantes. Besitos, lulú.
ResponderEliminarGenial,genial,genial!!!!!!!!!!!!María
ResponderEliminarVerdades verdaderas, genial, como siempre.
ResponderEliminarBesos. Lina
He leído todos tus artículos, escribes muy bien y haces que reflexionemos sobre muchas cosas que pasan por nuestro lado y aceptamos sin más. Continúa. Prima. BESOS.
ResponderEliminarTienes un premio en mi blog;recógelo.
ResponderEliminarEnhorabuena y mil besos.