miércoles, 12 de marzo de 2014

LOS PRESCINDIBLES (1)

¡Hola a todos!, Si,si,si, ya me he enterado de que se ha acabado la Navidad, de que ha pasado la cuesta de Enero y de que ya no queda nada de rebajas en ninguna tienda. No es que me haya ido a otro continente, ni me he retirado a hacerme una cura de adelgazamiento y belleza intensivas, ni que me haya tocado la lotería y me haya escapado para no darle ni un duro a mis amigos...No, no, no, nada de eso, sencillamente, no me sentado a escribir hasta ahora. Pues llegado este momento, cuando por fin enciendo mi ordenador, me preparo mi café y me siento tranquilica para escribir mi artículo,resulta que se me acumulan los temas y no me decido por ninguno. Pero de pronto aparece mi hijo y me enseña una fotografía del cumpleaños de una amiga...¡ya está!¡ya lo tengo!. Hoy por fin le voy a dedicar mi artículo a todas esas cosas que existen en esta vida y que para mí están de más... es decir, que no las utilizo, que me ponen de los nervios, que puedo vivir sin ellas, o que preferiría que no existieran y que yo llamo: LOS PRESCINDIBLES.

LAS TARTAS DE FONDANT: La fotografía que me ha enseñado mi hijo del cumpleaños de su amiga, ha sido precisamente de una tarta de fondant con una decoración recreando un bolso y unos zapatos que son los favoritos de esta chica. Bueno, es que no puedo, es superior a mí. Cuando veo ese chocolate que no parece chocolate, esas cremas de vainilla o de no se qué sabor, esas capas de dulce de colores y esos bizcochos tan sobados, tan manipulados y llenos de tinte para hacer la tarta con esos colores dorados y plateados tan artificiales para un dulce y que después hay que comérselos, me da un repelús que me muero de pensar que eso tiene que ir a la boca. Me parece que son verdaderos artistas de las manualidades, pero no de la cocina, porque esas tartas son incomestibles de lo dulces que son y no saben a nada, sólo a azúcar. Estas tartas, con ese trabajazo que tienen y con lo conseguidas que quedan, estarían muy bien si las hicieran en arcilla por ejemplo, o en papel maché o en cualquier otro material para que se guardaran como pequeñas esculturas, pero por favor, que no las hagan de dulce porque una tarta es sólo eso, una tarta, con su bizcocho esponjoso, su relleno cremosico, su merengue o su nata impecable, sus anisicos de colores, sus velicas de cumpleaños, su felicitación escrita con chocolate a letra de manuscrito, su bandeja con su blonda...en fin, las tartas de toda la vida de Dios.

HALLOWEEN: Si, el cada vez más celebrado jaloguin y que yo no aguanto. Esa celebración tan sin sentido para nosotros los españoles, y con esa cantinela de: "¿Truco o trato?". ¿Qué significa eso?. Mira que yo he intentado encontrarle algo para poder celebrarlo, pero nada, que no se lo encuentro por más vueltas que le doy. En EEUU lo disfrutan como locos y me parece muy bien porque forma parte de su cultura, ¿pero aquí?...¿En España?... No sé lo que me da cuando veo esos niños tan bonicos vestidos con esos trajes tan feísimos y pintados con esos maquillajes tan horribles y algunos son tan chicos que no saben ni de qué va la cosa y se asustan tanto de verse ellos así vestidos como de ver a los demás vestidos de cosas raras y con calaveras, guadañas y mazas en sus manos. En España para disfrazarnos ya tenemos el carnaval que está lleno de creatividad, optimismo, alegría y tradición.

LOS BILLETES DE 500 EUROS: Pues sí, porque una servidora sabe que existen porque los vió cuando salieron y porque antes de la crisis algún que otro amigo los llevaba en su cartera, pero por lo demás, vivo cada día sin recordar siquiera que en los bancos se guardan estos billetes.

LAS MOSCAS: Bueno, lo de las moscas es que ya me supera. ¿Para qué quiero yo las moscas en mi vida?. ¿Para qué sirven las moscas?.¿Para que se las coman las salamanquesas y los camaleones?. Pues para eso ya están los mosquitos, que son más chicos y que no se paran en la comida ni molestan en la siesta. Con esas mini patitas que tienen las moscas que no te dejan pegar ojo en la siesta, porque justo cuando estás sentada en tu sillón después de comer, con tu ventilador delante, cerrando tus ojos poco a poco, dejándote vencer por el grato sueño de las cuatro de la tarde de un mes de Julio...¡ZAS! aparecen ellas y se paran en tu pierna, en tu mano, en la nariz, en tu mejilla, o en cualquier trozo desnudo de tu piel haciéndote unas desagradables cosquillas que te despiertan de tu feliz sueño estival. Les da exactamente igual donde sea, su único objetivo es fastidiarte la siesta. Entonces tu te vas en busca de la paleta matamoscas esa que has comprado en los chinos y te dispones a cargarte a la mosca que te ha despertado, o en su defecto, a la primera que pilles para vengarte y claro, ya te has despejado de tu sueño y es que ese es el sentido de su vida, fastidiar a los humanos en la siesta o en la comida, parándose en todo lo comestible que se encuentren y lo peor de todo es que no sabemos donde se han parado antes, porque las moscas se paran tanto en lo comestible, como en lo no comestible, como en lo vivo, como en lo muerto. Mi lucha contra las moscas es a muerte, así es que mi estampa en verano es verme matamoscas en mano, detrás de ellas y pegando palmetazos en cada sitio donde se paran y diciendo:¡¡"una menos"!! cada vez que me cargo una. Esto ya es un clásico en mi hasta el punto de que mis hijos me han prometido como próximo regalo sorpresa de Reyes una bolsa llena de moscas y un matamoscas y meterme en una habitación cerrada para no salir hasta que no me las haya cargado todas.

LOS GIMNASIOS Y LA ROPA DE DEPORTE: Bueno, lo de la gimnasia, el gimnasio, la ropa de deporte con sus mallas, sus felpas para el sudor, sus muñequeras, sus pantaloncicos cortos encima de las mallas, sus zapatillas de deporte rosas con los calcetines a juego, su alfombrilla para hacer ejercicios de suelo, las mancuernas en tonos pastel, las toallas de entreno puestas en el cuello...pues para mi todo esto ni existe. Mi relación con el deporte se limita a andar por los caminos que rodean el campo o a nadar en la piscina en verano, pero nada más, porque no es que sea una relación de odio o de amor-odio, es que sencillamente no existe ningún tipo de relación desde nunca en mi vida. Lógicamente mi interés por los chandals como prendas de ropa también es nula, porque para mi sólo tienen sentido para hacer deporte y como no es mi caso, pues son otro de los prescindibles de mi vida.

Como podréis imaginar hay muchos más prescindibles en mi vida, pero ya os los iré descubriendo poco a poco.




HASTA LA PRÓXIMA SEMANA.