viernes, 14 de diciembre de 2012

Y POR FIN LLEGÓ LA AUTÉNTICA NAVIDAD...





...Y POR FIN LLEGÓ A LA TIERRA LA AUTÉNTICA NAVIDAD...





¡¡"VEINTICINCO DE DICIEMBRE FUN, FUN, FUN,
UN NIÑITO MUY BONITO HA NACIDO EN EL PORTAL"!!



...Y todos los hombres supieron el verdadero significado de la palabra solidaridad:
Y se unieron para fortalecer al débil...
Y se unieron para enseñar al torpe...
Y se unieron para engrandecer al humilde...




¡¡"YA VIENEN LOS REYES MAGOS,YA VIENEN LOS REYES MAGOS,
CAMINITO DE BELÉN"!!



...Y todos los niños tuvieron un juguete con el que jugar,
y un amigo para compartirlo,
una casa donde vivir y una estufa donde calentarse.




¡¡"PERO MIRA COMO BEBEN LOS PECES EL EL RÍO,
PERO MIRA COMO BEBEN POR VER A DIOS NACÍO"!!



... Y el hombre se supo el rey de la creación y entendió que formaba un todo con la naturaleza, y dejó de atacarla, y dejó de explotarla, y dejó de destruirla, y puso su inteligencia y su generosidad, al servicio de todo lo creado.




¡¡"NOCHE DE PAZ, NOCHE DE AMOR,
HA NACIDO EL REDENTOR"!!



... Y el hombre creyó en el hombre y fue capaz de vivir en paz,
y el hombre comprendió por fin, que para poder vivir necesitaba a su prójimo,
y decidió luchar para conseguir la justicia y no el poder.




¡¡"CAMPANA SOBRE CAMPANA Y SOBRE CAMPANA UNA,
ASOMATE A LA VENTANA Y VERÁS EL NIÑO EN LA CUNA"!!



... Y los hombres decidieron comportarse como seres racionales, sensibles al sufrimiento y al dolor humanos y empezaron a escucharse y empezaron a respetarse y empezaron a compartir sus miedos, sus temores, sus preocupaciones... Y POR FIN VIVIERON LA AUTÉNTICA NAVIDAD.







¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ALÉGRATE, ES NAVIDAD!!!!!!!!!!






Hasta la próxima semana.

viernes, 7 de diciembre de 2012

SI HAS NACIDO EN LOS SESENTA...... 1ª parte

     Si has nacido en los años 60 y ahora tienes 50 ó cincuenta y tantos años, vas a disfrutar y mucho leyendo este artículo, porque  van a despertar en ti todos esos buenísimos recuerdos que tienes de tu infancia y adolescencia y te aseguro que te va a inundar la nostalgia de un tiempo, que si no fue mejor que el de ahora, sí fue completamente diferente y peculiar.

     Nosotros fuimos la PRIMERA generación que estudió la EGB (educación general básica) y  la primera generación de alumnos del BUP (bachillerato unificado polivalente) y el COU (Curso de orientación universitaria).

     Y también fuimos la ÚLTIMA generación que tuvo clase por las tardes (de 3 a 5),  que creció sin jugar a la play station,  que hacía los deberes sin ordenador, que utilizó libros de la biblioteca municipal y no internet para hacer los trabajos,  que presentaba los trabajos escritos a máquina de escribir y con papel de calco para hacer las copias, que llevaba los lápices en un plumier,  que tomaba los apuntes con un bolígrafo Bic de punta fina o normal y que salia de paseo sin teléfono móvil. Hemos sido los últimos niños que utilizamos un reloj de cuerda, que por cierto, nos lo regalaban cuando hacíamos la Primera Comunión y que sólo nos lo poníamos los domingos,  hemos sido los últimos que vistieron un chandal sin zapatillas Nike,  que nunca hizo un botellón, que llamaba pandilla a su grupo de amigos, que vió la televisión en blanco y negro, que no tuvo un coche propio hasta que se casó,  y que no comió en un Macdonals hasta que fué con sus hijos.

     Porque esos eran otros tiempos queridos lectores, unos tiempos en los que en España sólo existian dos cadenas de televisión: La 1 y la 2  ( llamada UHF ),  pero como la 2 no tenía señal casi nunca, pues nadie la veía. Esto significaba, que todos veíamos los mismos programas siempre y que a la misma hora de la tarde, todos los niños estábamos viendo el mismo espacio en la tele.

     La televisión entonces no emitìa todo el día, sino que empezaba al mediodía y se cortaba después de comer y luego empezaba de nuevo por la tarde y acababa por la noche con el himno nacional; era lo que se conocía como "Despedida y cierre" y una LOCUTORA, se despedìa hasta el día siguiente.

Porque entonces, no era todo el mundo periodista como ahora -con título o sin título-. Estaban los periodistas y los locutores, que eran los que avanzaban la programación, ponían su voz en off, o leian comunicados y que tenían unos pedazos de voces preciosas que seguro que ahora mismo todos estamos recordando.

     Si ponías la tele cuando no había programación, te salía LA CARTA DE AJUSTE con una musiquita de los más cansina y repetitiva y un dibujo de cuadritos y rayas, que si lo mirabas un rato, se te volvian locos los ojos.

    En estos tiempos, eran muy frecuentes los cortes de la programación y entonces, salía la carta de ajuste y una locutora te informaba de que en breves momentos se restablecería la emisión.

     El espacio de noticias  llamado TELEDIARIO entonces, era también conocido popularmente como "EL PARTE" y cuando empezaba,  su cabecera era un reloj con sus números y sus agujas marcando las 3 de la tarde ò las 9 de la noche en punto, por lo que todo el mundo aprovechaba para poner los relojes -de cuerda por supuesto- en la hora exacta. Tanto era así, que si alguien te preguntaba la hora y no coincidía con la de otro reloj, se decía: "El mío está puesto con el del telediario" y eso era sagrado.

     En esta época, toda la familia junta y sentadicos en el salón, veíamos EL FESTIVAL DE EUROVISIÓN. Esto era todo un acontecimiento y entre otras razones, supongo que era porque en aquellos tiempos ganábamos el festival de vez en cuando y si no era así, quedabamos clasificados entre los primeros puestos.

    Los programas de nuestra tele de aquellos años eran: ESTUDIO1,  UN MILLÓN PARA EL MEJOR, DANIEL BUN,  CESTA Y PUNTOS,  BONANZA,  EL VIRGINIANO,  EL TÚNEL DEL TIEMPO,  PERDIDOS EN EL ESPACIO,  LA FAMILIA MONSTER,  EL OSO YOGUI,  EL SANTO,  MI AMIGO FLIPPER,  LOS INTOCABLES,  MISIÓN IMPOSIBLE,   CRÓNICAS DE UN PUEBLO,  EL HOMBRE Y LA TIERRA,  LA PERRITA MARILIN CON HERTA FRANKEL,  EMBRUJADA,  EL SUPER AGENTE 86,  EL GORDO Y EL FLACO,  ANTENA INFANTIL (que en los años 70 se llamó los chiripitiflauticos) con personajes como:
-EL CAPITÁN -TAN vestido con su camiseta a rayas y su gorro de explorador y que contaba las aventuras que le habían ocurrido en sus viajes diciendo aquello de...
"En mis viajes por todo lo largo y ancho de este mundo"...
- LOCOMOTORO, vestido de maquinista y "conductor de todo menos del codo" según decía él, que además  hizo famoso  aquello de: "Que se me mueven los mofletes" y saludaba diciendo: "Hola amigüitos"  y "Buenas tardes tardes", nos encantaba porque se inclinaba hacia delante apoyado sólo en las punteras de sus zapatos y no se caía,
-EL TÍO AQUILES, vestido de tirolés y "con sobrinos a miles", que ponía la nota de cordura a todos los personajes,
-VALENTINA con sus grandes gafas de pasta era la inteligente y la sensata del grupo  y además era "dulce y fina como una mandarina" como decían sus compañeros. Saludaba diciendo: "Hola señores chicos" 
-Y LOS HERMANOS  MALASOMBRA que eran dos pistoleros vestidos de negro y que cantaban aquello de..
"Somos malos mala sombra,
somos malos de verdad,
somos como una espina
que sólo sabe pinchar
y más malos que la quina".

Y  nos íbamos a la cama derechitos en cuanto que salía la familia Telerín con la hermana mayor, Cleo, a la cabeza y nos cantaban:

¡Vamos a la cama que hay que descansar
para que mañana podamos madrugar! 

     En aquellos tiempos, la clasificación de las películas para mayores de 18 años, era de lo más simple y eficiente, porque  si salían los 2 rombos blancos a la derecha de la pantalla, te ibas a la cama directamente y sin preguntar, porque no había opción alguna de quedarte a verla.
El partido de fútbol se emitia todos los domingos a las siete y media y el boxeo estaba en pleno apogeo. Los vecinos se reunían para ver juntos las corridas de toros y "el hombre del tiempo" daba su predicción delante de una pizarra en la que tenía dibujado con tiza el mapa de España con sus borrascas, sus isobaras y sus anticiclones.

     Cuando nosotros salíamos del colegio por la tarde, merendábamos  pan con chocolate o un bocadillo de mortadela, o de pan con aceite y azúcar, o de mantequilla, o de TULICREM -que era una mantequilla de tres sabores: chocolate, fresa y vainilla que estaba malísima porque era grasa pura-. Entonces, nuestras madres estaban por la tarde en casa cosiendo, con el sonido de la máquina de coser a pedal de fondo o haciendo punto, o planchando, porque entonces queridos lectores, las madres  no iban al gimnasio, ni iban a hacerse limpiezas de cutis, ni a hacerse la manicura, ni iban a yoga, ni iban a la autoescuela a sacarse el carnet de conducir, ni hacian cursos de nada. No no no, las madres por la tarde sólo iban a Misa, o de visita, o de entierro.

     En los bares de entonces, había teléfonos públicos que funcionaban comprando una ficha al camarero. En las casas sólo había un teléfono, ¡el que lo tenía! y se marcaban los números metiendo el dedo índice en una rueda. Recuerdo que en  la casa de mi amiga Mari Ängeles, como eran 8 hermanos, su padre le puso un candado a la rueda de marcar los números que impedía que la rueda girara, para que así no pudieran llamar por teléfono, porque le había venido una factura de teléfono que te mueres. ¡Ah! los números de teléfono no  tenían como ahora 9 dígitos, ¡Qué va! sólo tenian tres, el de mi casa, no se me olvidará nunca, era el 285.
Como todo el mundo no tenía teléfono en su casa, era muy normal que las vecinas vinieran a pedirte el favor de que las dejaras hacer una llamada "urgente", eso sí, o de que su familia que vivía fuera, las llamara a tu teléfono para hablar con ellas. En este caso, tu madre te mandaba rápidamente a avisar a la vecina para que viniera corriendo a hablar con su hermano, hermana o hijo que estaba haciendo el servicio militar.  Y si te llamaban desde otra ciudad que no era la tuya, se decía que era una "conferencia". La verdad es que siempre quise saber de dónde venía esta expresión, pero al día de hoy aún no lo sé.

     La mayoría de los padres no tenían coche ni sabían conducir, por lo que viajabamos en autobús, que en mi pueblo lo llamábamos "LA PAVA" y siempre iban el conductor y un cobrador con una cartera de cuero llena de dinero enganchada en el cinturón que te daba el billete andando de pie en el pasillo del autobús, una vez que el viaje había empezado.  

     Nuestras madres no cocinaron nunca spaghetti ni lasaña y las pizzas no existian para nosotros. Nos mandaban a la lechería con nuestra lechera a comprar la leche por litros o bien, el lechero iba por las casas con su cántara y su medida y recuerdo que el jefe de los municipales llevaba una caja de madera con sus probetas de cristal, para medir la cantidad de agua que el lechero había añadido a la leche y comprobar que estaba dentro de lo estipulado.  La leche se cocía en una olla llamada "cuece leches" y normalmente tu madre te ponía allí delante del fuego a mirar como cocía, para que le cortaras el fuego si empezaba a hervir y evitar así que al subir se rebosara del cacharro. Cuando la leche se enfríaba, creaba una  gruesa capa de nata, a la que llamábamos "tela" que estaba buenísima a cucharadas y que mi madre iba guardando en el congelador para hacer un bizcocho. Los domingos comíamos arroz o pollo asado en la "olla horno" y en nuestras neveras no había latas de Coca cola, ni natillas de chocolate, ni petit suisse, ni zumos de nada, porque los zumos sólo se compraban o se regalaban si estabas malo y acompañados de una latica de melocotón.

     La litrona se llamaba PEGASO y el botellín era el BISCUTER. Se bebía  agua del grifo para comer, o SIFÓN sólo o con vino,  y por la mañana en ayunas y para abrir el apetito a los niños, abuelas y abuelos se les daba una copica de "Quina Santa Catalina", -más conocida popularmente como LA MONJA- o de quina San Clemente -más conocida popularmente como QUINITO- del que su anuncio decía: "¡¡Da unas ganas de comerrrrrrrrrr!!". También era muy normal dar otro tipo de "reconstuyente casero" a los niños y abuelos que consistia en un "ponche que tenia mucho alimento" compuesto por vino tinto, azúcar y una yema de huevo.

   
                                          Hasta la próxima semana.