miércoles, 19 de septiembre de 2012

PORQUE HOY.............ES HOY


   
Hoy no pasa nada especial. Ni demasiado alarmante, ni preocupante, ni alegre, ni inquietante, ni distinto a cualquier otro día en que no pasa nada especial.
¡Gracias a Dios que así es! y por eso escribo este artículo.

Porque hoy es hoy, porque estoy aquí sentada disfrutando al escribir este artículo.

Porque estoy viva, porque estoy sana, porque los míos están bien. Porque los quiero, porque me quieren, porque me besan, porque me abrazan, porque me ayudan, porque les ayudo, porque los necesito, porque me necesitan.

Porque he podido elegir mi desayuno.

Porque mi hijo me ha contado último el enfado que ha tenido con su novia.

Porque abro mi nevera y puedo decidir lo que quiero comer.

Porque mis amigos son especiales, únicos, porque forman parte de mi familia, porque siento que me quieren de verdad, porque los quiero con todo mi corazón, porque no sé qué hubiera sido de mí sin ellos en los momentos más difíciles de mi vida.

Porque tú has aparecido en mi vida sin que ni  tan siquiera yo pudiera imaginarlo.

Porque acaba el verano, porque empieza el otoño.

Porque este verano no he conseguido adelgazar ni un gramo y de todos mis vestidos me queda pequeño hasta el fular.

Porque las cañas de cerveza fresquitas con sus correspondientes tapas que me he tomado este verano, estaban bueníííííísimas.

Porque mis hijos han podido decidir lo que querían estudiar y hacer realidad su vocación profesional.

Porque hoy voy a preparar una comida que le encanta a mis hijos.

Porque el viernes vimos todos juntos una película en casa, comiendo palomitas y chucherías y porque el sábado por la mañana, estuve recogiendo restos de palomitas, frutos secos y papelicos de chuches durante todo el día, despotricando y prometiéndome a mí misma que ya era la última vez que se comía palomitas en casa.

Porque esa misma promesa la hice hace dos semanas y porque cuando los vi a todos sentados, eligiendo la película y con el olor a palomitas recién hechas de fondo, me sentí la persona más feliz del mundo.

Porque no cambio lo que tengo por nada del mundo.

Porque este  verano tampoco he podido ir a un crucero.

Porque mis hijos hoy tampoco han tirado a la basura el rollo vacío del papel higiénico, a pesar de que llevan toda la vida oyéndome gruñir por no hacerlo.

Porque me encanta sentarme después de comer, con todo recogido, a descansar un rato de siesta.

Porque en cuanto acaba la siesta ya empieza el follón de meriendas por aquí, duchas por allá, ropas por el otro lado y se acabó el momento de orden y sosiego.

Porque mis padres me enseñaron a disfrutar de cada momento de mi vida.

Porque bendita sea la monotonía que no rompe la tranquilidad.

Porque hoy es hoy y no sé lo que me espera mañana.





               Hasta la próxima semana